miércoles, 23 de noviembre de 2011

El nuevo número del infierno

En la soleada mañana del viernes, al atravesar el río por la parte sur de la ciudad, el amarillo brillante de las hojas de los árboles y los destellos de las alegres ventanas de los barrios obreros contrastaba con la neblina sucia que rodeaba las torres-rascacielos que se vislumbraban al fondo, amenazantes, presagio de la tormenta que se avecinaba, símbolo de la soberbia con la que el mundo de los ricos mira, desde arriba, a los pobres y prueba patente de la roña que mancha sus obras y sus intenciones.

Dos días después. las elecciones traen un número fatídico: 186. Un número que, holgadamente, da para putear a muchos, acabar con muchas cosas buenas y asustar a cualquiera. Rápidamente,  la curia patria mueve alegre sus faldones al calcular lo que el número dará de sí en sus arcas y en el crecimiento de sus tentáculos y las agencias de calificación lo desprecian y azuzan al nuevo jefe,  pareciéndoles todo poca cosa en su avaricia infinita.

Es el nuevo número del infierno. Temblad.


 * Gracias a Joaquín Secall por su fantástica obra. 

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Natación

Dispuesto a estar súper en forma y llevar mis músculos al esfuerzo límite, cojo el coche para dirigirme a Achuche, donde no hace mucho, y gracias a Amiga Verdadera 1, encontré un gym privado con piscina de 25m. donde quizá podría nadar algún día que otro.
Hoy y los cuatro últimos días no fueron de esos días. Las dos primeras calles de la piscina estaban ocupadas por varias señoras en su cincuentena y sesentena ocupadas en obedecer los alaridos de Chirly, la monitora de Aqua-gym, que, desde el borde, les señalaba unas acrobacias y contorsoniones imposibles de seguir, 1: por la edad de las alumnas, 2: por que ella está en tierra y las alumnas en el agua, 3, por que los adminículos de espuma de colores se lo impiden, 4: porque la concentración de señoras es demasiado elevada. Al parecer, el hecho de que ninguna de sus instrucciones fuera llevada a cabo por ninguna de las alumnas cabreaba a Chirly de tal forma que sus alaridos subían a un volumen difícil de tolerar por un oído humano sano.(¿Quizá las alumnas pertenecen a una asociación de sordos?), pero no impedía que Chirly parara o cambiara de actividad. The chow must gou on.
En el resto de las calles la concentración humana descendía ligeramente, no así la edad media de la concurrencia, que saltando límites y corcheras debía andar por los setenta. Setentones, sí, pero con una agilidad, una amplitud de movimientos, una gracilidad en el agua y una capacidad para actuar en manada que, o bien te rodean impidiendo tu rauda velocidad, o bien te impiden la total extensión de brazada de tu estilazo a mariposa o bien, directamente, te arañan o te barren de la calle.
Resignado, un día más salgo de la piscina dejando a Chirly en su exhibición acrobática, a las alumnas de Aqua-gym cual tente-tiesos descordinados y al resto de ancianos, ya relajados porque me han vencido, hablando animadamente en el borde.
En las duchas, ni un chulo. En la radio del coche, entrevista a Raphael que, a petición de las múltiples llamadas de fans, promete muchos años más de conciertos y discos.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Obra en casa

Tras años de convivir con Lechi,  Yonki-Retrete retoma su vida independiente y planea volver a su casa que, como buena funcionaria, se compró hace tiempo.
En los comienzos de su relación, Lechi se negó a vivir en la que, para ella, era una vivienda demasiado pequeña, alegando que sus paseos por el saloncito acababan demasiado pronto.
La perspectiva de la nueva vida y retomar su hogar, ilusiona a YR y a su inseparable Pepitilla, amiga del pueblo y desde la niñez:
-Jo, tía, mi madre me dice que haga obra en el piso antes de volver. ¿Qué puedo hacer?, no se me ocurre na.
-Haz to baño, tía. Un baño-loft. Un espacio nuevo y diferente, solo pa meterse.
-¡Aaaaaaah! ¡Que me lo imagino, tía! ¡Alicatao hasta el techo, con repisa to alrededor!
-(A dúo) AAAAAAAAAAAAAAH!