sábado, 30 de octubre de 2010

Mensajes divinos

Un objeto extraño ha quedado adherido a la tersa piel del trasero de nuestra Tóñika. A la luz,  nos arroja una medallita con una naif estampa de la virgen y un mensaje: "virgencita, porfa, no me olvides".
Verdaderamente, los caminos del señor son inescrutables. El marketing de la iglesia, todopoderoso.

jueves, 21 de octubre de 2010

Amor congelado

Cuando se muere alguien a quien quieres tanto como yo quería a mi madre el amor no se acaba ni se transforma: se queda congelado. Será para que se conserve igual siempre, porque ni el más terrible de los infiernos lo derrite.

Pluriempleo


           Pues sí, el infierno no es tan terrible como para abducirnos completamente. Nos permite tener aficiones y algunos hasta soñamos que tenemos un empleo (otro).
            Yo sueño que soy funcionaria: la estabilidad es lo mío. Harta de tanta noche, oscuridad y pecado, me flipan los madrugones, la rutina, los engranajes de la administración, las bolsas de trabajo, las oposiciones, los cargos, la vida decente… me imagino que soy maestra.
            La bonita dualidad madame-profesora me convierte en un personaje único y fascinante; soy consciente. Me muevo y habito en dos mundos alejados: arriba y abajo, mainstream y underground, lo decente y lo prohibido, lo docente y lo lascivo. Ambos mundos manejo, en ambos tengo un sitio y en ambos soy la más.
            Si la administración educativa, cargos políticos y padres supieran que tienen un demonio reclutado entre sus filas para guardar a sus tiernos retoños se armaría un buen escándalo de seguro; me perseguirían, lincharían y yo acabaría mártir pero nunca santa (no caería tan bajo). Pero eso ya es mucho imaginar y tanto protagonismo acabaría por no gustarme.
            Y que nadie se crea que conservar la lucidez trabajando en sitios tan dispares sería tarea fácil; no. El cambio de ocupación y horario daría  lugar a cómicas confusiones (imagínenme explicando a una angelical niña de once años el significado del verbo “suck” con gestos) y seguro que a algún quebranto de nervios mucho más aburrido de imaginar. Otras veces se confundirían los lugares: la planta de arriba debe parecer el mismísimo infierno y sus decentes habitantes auténticos demonios; en ocasiones, el infierno sería un remanso de paz y libertad.
            Lechi también sueña con otra profesión, pero sus sueños son más elevados. Pertrechada con su carné soviético de directora de casa de cultura, el arte le corre por las venas: ella es artista y el infierno es, a su delirante imaginación, un simple escenario de una película o una fuente inacabable que inspira comedias y dramas en igual proporción.
            Miberna, Cony , Yonki Retrete (que se debate entre ser enfermera y una gran escenógrafa)… todos tendemos al pluriempleo, nuestra ínfima condición social no impide que tengamos objetivos y altas miras. Y ahí estamos, reticentes a quedarnos agazapadas en la gruta a la que pertenecemos, cada día más viejas, pero más sabias, mirando hacia arriba.